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El arte puede ser una carga. Para el artista, su tiempo se divide entre las horas en que se dedica a crear y las que faltan para volver a su creación. Al resto del mundo le cuesta entender su afán, su motor: por lo general, el arte no representa un retorno económico inmediato ni a largo plazo. Simplemente se hace, se difunde y se espera sea parte del corazón de quienes lo reciban. 

Para Natalie Grewe, la música no solo es parte de su corazón; es una de sus motivaciones de vida. Luego de enfrentar difíciles situaciones personales, encontró en la música, como muchos otros, un espacio para identificarse y regocijarse. Se considera melómana irremediable, de innumerables géneros y artistas. Venezolana de nacimiento, estudió administración de empresas; no obstante, la necesidad de forjarse una mejor realidad la llevó a reinventarse, adquirir nuevas habilidades y crearse un nombre entre negocios y marcas internacionales que requerían sus servicios de producción gráfica. Esta nueva responsabilidad le permitió convivir con artistas de la música e interesarse por las vicisitudes que afrontan.

Fue entonces cuando esta tenaz mujer, madre de tres hijos, decidió entrar de lleno a crear experiencias de integración entre el arte y los grupos humanos, utilizando la música para contagiar esa inspiración que provoca en ella. En su hoja de vida destaca su labor como gerente de márketing del proyecto Tiempo para Compartir, bajo el amparo de la compañía de mercadeo y entretenimiento prosocial Rockcorps y de la empresa DIAGEO; también el proyecto Cocrearte, en asociación con la Waved Foundation y la Fundación Olga Sinclair, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). A través de este proyecto se brindaron talleres a más de seiscientos niños de escuelas públicas en Panamá. apoyados además por la empresa Coworking Panamá y voluntarios de la Secretaría de Niñez, Infancia, Adolescencia y Familia (Senniaf).

Aparte de involucrarse en dar protagonismo al arte en las vidas de las personas, Natalie es budista. Pertenece a Soka Gakkai, un grupo formado en sus inicios por educadores, cuyo fundador, Tsunesaburo Makiguchi, era un japonés que decidió crear una teoría para la educación, para que los niños llegaran al máximo potencial: La teoría de creación de valor. Todo lo que haces debe generar belleza, bondad y beneficio. En la Segunda Guerra Mundial, el gobierno militar de Japón lo encarceló junto a su discípulo, Josei Toda. Makiguchi murió en prisión a causa de la desnutrición y la edad avanzada, mientras que su discípulo salió en libertad y se dedicó a reconstruir la Soka Gakkai, convirtiéndola en un movimiento para fortalecer al pueblo quebrantado tras la guerra. 

A raíz de la pandemia y la suspensión de gran parte de las actividades culturales y artísticas, surgen nuevas necesidades para la comunidad creativa, se hacen relevantes las nuevas ideas. Natalie está clara en que es importante crear en comunidad. Conversamos con Natalie a propósito de su actividad GOGO TALKS: CoCrear nuevos espacios para la música. 

Natalie Grewe (segunda de izquierda a derecha) formó parte del proyecto Cocrearte, en asociación con la Waved Foundation y la Fundación Olga Sinclair, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

MP: ¿Por qué es necesario cocrear?

NG: La idea de cocrear implica unir a las personas en un propósito, complementar para crear algo que ni siquiera nos imaginamos. El ejemplo más reciente que puedo compartirte es cómo logramos unir el talento del artista gráfico urbano Leonardo Rodríguez «Porroncio» junto a la obra del maestro venezolano del color, Carlos Cruz-Diez (qepd) en un mismo espacio.

En cuanto a los espacios para la música, visité el MUPA 2022 durante la tarde previa al evento principal para grabar la respuesta de las personas ante algunas preguntas para la actividad de la cocreación. ¿De qué nos sirve un espacio nuevo si no estoy integrada con la gente? Para crear espacios, lo primero es escuchar, eso lo aprendí porque hice especialización en integración de comunidades. 

MP: Dado que eres venezolana y viviste la escena de tu país antes de llegar a Panamá, ¿qué crees que tiene Venezuela que Panamá podría adoptar para su beneficio en este tema de crear espacios?

NG: Para el tiempo en que viví la escena artística de Venezuela, no existían las plataformas de difusión que ahora son parte de la normalidad. Todo se basaba en la gente, quienes creían en los artistas, y estos últimos creían en sí mismos. Eso sería algo a reforzar en Panamá. Además hay variedad y calidad, pero existe una segregación a simple vista inconsciente, en un país tan pequeño. Te das cuenta de que los artistas hacen un buen trabajo pero se mueven cada uno por su lado. Corregir eso también aportaría.

MP: ¿No crees que toda esa segmentación se basa en que hay artistas que se sienten tal vez intimidados por el talento de sus colegas?

NG: Siento que el tema es que nos falta concentrarnos más en lo que sí somos y en lo que queremos, que en lo que no somos, dejar de ver solamente las carencias y enfocarnos en la identidad que todos anhelamos desarrollar como comunidad artística, reflejo de la belleza del país.

BG: Conectar comunidades suena apasionante. Pienso también que en la fusión está el gusto, de ahí pueden surgir cosas increíbles. ¿Qué piensas de fusionar conceptos distintos?

NG: Me encanta esa posibilidad, de ahí surgen resultados que no nos imaginamos al inicio. En la actividad tendremos a José Ramón Padilla, director de la Fundación de Estudios Avanzados de Gerencia IESA, que funge como patrocinador del evento para contar con la presencia de un director de orquesta. Como empresarios esta fundación está empezando a dar diplomados de music business. Conocen el poder de la música y desean incorporarlo en el campo laboral. 

MP: La actividad suena interesante y responde a la necesidad actual de buscar alternativas para los artistas en lugar de depender de limosnas estatales. Sin embargo, la escena musical no está exenta de caer en la impaciencia y aferrarse al placer de la inmediatez. ¿Cómo podemos hacer para que tu iniciativa trascienda más allá de estos malos hábitos?

NG: No podemos seguir separando la espiritualidad de nuestras vidas. Sea cual sea tu creencia, la espiritualidad forma parte de la vida, todos tenemos un aspecto espiritual. Muchos no lo hacen consciente, pero se percibe en sus vidas. Yo era una persona ansiosa, la clásica que respondía “estoy a mil”, no paraba, sentía que si no estaba produciendo, no servía. Tuve una crisis y luego entendí que necesitaba conectarme conmigo misma. 

Para estar en contacto con tu espiritualidad  no se trata sólo de meditar, sino también observar tu propia vida, decidir qué quieres ser. Los demás te hacen saber si tu vida está centrada en ti mismo o en otro lugar. También es importante el contacto humano. Cada vez que logramos contactar con otros, automáticamente eso se convierte en una enseñanza. A las personas que viven a mil, suelo preguntarles: “¿Eso te ha servido? ¿Te sientes exitoso?” La velocidad va cónsona con el valor de la vida. 

Natalie desea darle al arte el lugar que merece, no como un fondo o instrumento para fines ajenos a la belleza. La música para ella fue el camino a una vida más plena, y toma en serio el valor que tiene como elemento de transformación. Para ella, ser creativo implica una tarea: tenemos la responsabilidad de usar nuestras habilidades creativas para crear valor. 

Opinión de Adulterio Creativo:

Propuestas como las de Natalie Grewe son las que la comunidad artística debe escuchar y respaldar. Sin embargo, mientras sigamos dejando el arte en manos de oportunistas y mercaderes, es improbable que se pueda crear unión. La comunidad artística necesita protegerse contra los cantos de sirena de comerciantes malintencionados que se aprovechan de su afán de difusión y expansión, que tratan la desesperación del artista como anzuelo para lucrar del esfuerzo ajeno. Mientras los espacios ya existentes sean manejados por la desidia y la deshonestidad, reinará la desconfianza y la segregación entre artistas. Un concierto donde cada instrumento suena sin escuchar a los demás.

MissPraxx

MissPraxx

Escritora, melómana y desequilibrada. Menos etiqueta y más verdad.