
Seis de la mañana en la Terminal de Transporte de Albrook. Fin de semana largo. Los viajeros serpentean entre los quioscos, junto a los bultos de maletas, sacos de tela adornados con personajes de caricaturas, bolsas de henequén y almohadas que a la vez sirven de equipaje de mano para esconder alguna golosina, un libro cuya lectura se posterga, o un ejemplar de ese periódico sensacionalista que al menos tiene noticias sobre las celebridades de televisión. No olvidar los audífonos, para aislarse de la nueva plaga en los autobuses: contaminar la paz de la travesía con música chabacana o alguna película de octava categoría.
En las boleterías, la longitud de las filas varía. Unos se mueven hacia provincias centrales, más por chantaje emocional que por deseo; otros sienten el llamado de su antepasado lagarto y escapan a la masa acuática más cercana, para desconectarse, dicen, de la rutina tecnológica y la noticia fabricada. Nos devora la costumbre, el pensamiento no hace alumbre. Empacan su cargador inalámbrico y la nueva cubierta impermeable del teléfono, y pasan gran parte del tiempo en la misma pantalla, con la misma rutina. Otros se dirigen a laborar donde los necesitan: allá donde no hay tres centros comerciales en una misma cuadra, mucho menos tres médicos o maestros en la misma comunidad.
Los autobuses esperan en la parte trasera. Hay tiempo de pedir a alguien que te espere en tu lugar de destino. Nadie te avisa que las terminales de provincia en el país que se jacta de conectar al mundo con su vía acuática son una ofensa a todos los sentidos. De cualquier manera, la llegada a cada una es completar un respiro. El alivio de volver a abrazar a la abuela, llegaste a tiempo; visitar a los padres y presentarles al nuevo miembro de la familia; regresar a dormir en tu habitación de infancia y despertar con el límpido paisaje de hogar en la ventana, las hojas secas y los naranjos salpicados de azahares, las callecitas empedradas y el café recién molido.
El regreso, lo más tarde posible para exprimir otro abrazo antes de partir, pero temprano para evitar el tranque de Capira. La travesía nocturna por tierra es el momento ideal para disfrutar buena música, mientras en la ventana, el paisaje agreste se diluye con cada kilómetro. Poco a poco el verdor es reemplazado con el cemento, los faroles de las estaciones de combustible y los letreros que anuncian cuando se ha cruzado de un distrito o provincia al otro. Las fronteras no existen.
La energía del viaje de ida desemboca en momentos de liberación de las penas, consejos bienintencionados, huidas, desaparición, cortejos y remembranza. Las luces de los barcos en las esclusas anuncian el fin del viaje. El autobús enciende las luces, las coyunturas pesan, el equipaje vuelve más cargado: ahí regresan los recuerdos, los trozos de la tierra en la que crecimos, los manjares de allá (los de la capital nunca saben igual), la bolsa de frutas para el desayuno.
Y en un tiempo perdido, solo quedan promesas.


Fundada en 2008, la agrupación panameña Sana Capital cuenta con dos álbumes, Vital (2016) y Terminal (2019). Se caracteriza por su sonido rock fusión instrumental, gestado por la unión de cuatro monstruos del patio: Juan Raúl Bernal (bajo), Juan Carlos Durán (batería), Alexandr Ievleva (guitarra), y José Antonio Walker (teclados y sintetizador). Se han presentado en escenarios tanto locales como internacionales, en Washington, D.C. y en España.
Los miembros de Sana Capital describen Terminal, su segunda producción, como un disco que conecta. Efectivamente, las primeras noticias de esta epopeya de la música nacional llegaron a mí a través de mi conexión con uno de los nueve intérpretes que colaboran en este disco. El concepto visual, blanco y negro con fotografía vintage, la sencillez de las descripciones, la calidad musical y el trabajo meticuloso y paciente de años, hacen de Terminal una joya necesaria en la oferta musical actual.
Llegada
La fecha de lanzamiento coincidió con el Día de No Fumar en Panamá. La música en diversos géneros suele estar contaminada por su relación con los vicios, algunos todavía ilegítimos, empantanados de trata de blancas y crimen organizado. Terminal llegó a purificar el ambiente. Es un disco para rehabilitarse y aceptar que tienes un problema (que no has tenido paciencia para la música en mucho tiempo), para exorcizar los demoniacos beats del reggaetón, para romper silencios incómodos en una reunión de amigos, en un lugar público o entre enamorados que, en el manto de la noche, anticipan su primer beso.
“Habíamos puesto esa fecha de lanzamiento con base a un estudio que hicimos con la distribuidora del disco The Orchard, pero personalmente me parece una coincidencia hermosa. El proceso de colaboración fue una selección de parte de la banda, nosotros grabamos toda la parte instrumental del disco y nos sentamos a escuchar cada una de las canciones y decidir cuál vocalista iba con cada una de las canciones. Al final fue un experimento de que nos transmitía cada canción y hacia donde nos llevaba en emoción”, comenta Alexandr Ievleva, guitarrista de Sana Capital.
Las letras, composiciones y melodía son de la banda; la ejecución e interpretación fue de los vocalistas, solo con la excepción de Desaparecer de Edwin Hosoomel y Desconéctate de Lilo Sánchez; en ese caso se les dio un concepto guía para iniciar las versiones y luego ellos, con su talento, las desarrollaron.
Todo el tema de portada del disco surge de forma espontánea. Mi amigo Juan Durán me comenta acerca del proyecto y la temática de este, y le pareció que mi estilo fotográfico podía ser adecuado para el disco. Hice las fotos en dos visitas a la terminal de Albrook, con una cámara de formato medio (Hasselblad 500CM) y película blanco y negro. No había un ángulo ni dirección determinada en las fotos, más bien fue mi visión personal de un espacio como la terminal.
Fue algo tedioso por el tema de la luz, saber en qué momento del día ciertos espacios tuvieran la iluminación que buscaba, además de evitar encuadres que hicieran ver de qué lugar se trataba, por lo que me enfoque en mezclar un poco de momentos del día a día, personas cruzando de un lugar a otro, con las estructuras del sitio. Luego de esas dos sesiones les envié una serie de fotos que, a mi criterio, funcionaban para la portada. La elección final fue de ellos.
Creo que la aimportancia de la fotografía en esto trabajos musicales es que denota un toque más personal y a la vez subjetivo de lo que representa el álbum en sí
El disco fue grabado en PTY Studios, producido por el laureado Pablo Governatori, y masterizado en Ovie Mastering Argentina, por Daniel Ovié.

Cada vez que uno comienza una nueva producción, es como escribir una historia. Cuando la historia tiene un condimento especial, es aún más interesante. Terminal es un álbum conceptual de una banda de rock fusión instrumental, pero que sorprende agradablemente con ricas melodías vocales y letras con un contenido narrativo que se agradece por estos días de abuso de frases hechas. Por mi parte como productor artístico del álbum, solo me resta decir que fue un gran viaje, se han abocado todos los involucrados, desde los 4 integrantes de la banda a los nueve vocalistas invitados a proveer de su talento sin restricciones creativas; eso me permite a mí trabajar libremente y poner todas las ideas ocurrentes en cuanto a la búsqueda conceptual del sonido final del álbum, del cual estoy más que satisfecho. Creo que es un álbum histórico para el rock de Panamá.
– Pablo Governatori
Para este trabajo de reseña, el equipo de Adulterio Creativo contactó a la banda a través de su cuenta de redes sociales. Pudimos así enterarnos del esfuerzo magistral que realizó cada artista y protagonista de esta obra. A la vez, fuimos testigos de la desidia: pocos fueron los medios interesados en promocionar este trabajo. A pocos días de iniciar el celebrado mes de la patria, nos deleitamos escuchando este disco de principio a fin.
Eso hicieron todos los artistas invitados a crear esta reseña conjunta. En homenaje al esfuerzo de la banda Sana Capital por unir voces y géneros de distinta naturaleza, convocamos a músicos y sonidistas a dar su valoración sobre Terminal, un disco que conecta. Una reseña por artistas, para artistas.
Energía Musical, ft. David Lamboglia, de Llevarte a Marte.
Una expresión fresca. Invita a inhalar profundamente y a levitar sobre las olas de un mar ideal. Producción limpia y clara. Elegancia en la entrega con afirmaciones contundentes en los coros que se incrementa con cada compás para retornar a las elegías de suave de textura íntima. Una posibilidad romántica que invita a soñar con un encuentro libre y espontáneo. A mediados un pasaje espiritual y bucólico que nos devuelve a un precoro en adiciones hacia el coro contundente. Fluye, siéntela venir. – FP
Energía Musical, ft. David Lamboglia, de Llevarte a Marte.

Una expresión fresca. Invita a inhalar profundamente y a levitar sobre las olas de un mar ideal. Producción limpia y clara. Elegancia en la entrega con afirmaciones contundentes en los coros que se incrementa con cada compás para retornar a las elegías de suave de textura íntima. Una posibilidad romántica que invita a soñar con un encuentro libre y espontáneo. A mediados un pasaje espiritual y bucólico que nos devuelve a un precoro en adiciones hacia el coro contundente. Fluye, siéntela venir. – FP
La energía musical es algo que vibra en todos nosotros. La pasé de maravilla con Sana Capital tocando esta canción – David Lamboglia
Oracaster, ft. Aitor Iriberri

La canción nos lleva de paseo con un mensaje positivo: Hay que liberar los frascos de la mente de lo malo… dejar eso atrás. Se siente bastante original. El tema va con un aire alternativo/frusciantesco y con buena vibra. Después del segundo coro hay que bajar las ventanas del carro y sentir el viento en el rostro. Entre eso y la música se te sale una sonrisa. Drum y bass tripioso (sic); los sintetizadores te llevan a olvidarte de lo malo. Nos vamos del tema pensando si dejamos el reproductor en replay, porque crece un poquito más en ti cada vez que lo escuchas. Se nota que el concepto instrumental de Sana Capital surge de conocerse bien. Y así mismo, se notan muy a gusto en la ejecución del tema, con todo y cantante en la alineación. – Félix ‘Cuz’ Robles, músico cantautor.
Dulce Consejo, ft. Robert Spratt, de Entre Nos.

Más inhalación. Una sinuosidad secuencial con cambios de tiempo para establecer claras afirmaciones sobre amar. ¿El amor no realizado? ¿No correspondido? Avanzando hacia el intermedio instrumental. El grupo expone un pasaje con voces accidentales en crescendo. ¿Hacia dónde marchamos? Los sonidos culebrean hacia un zenit de clamores. – FP.
Desde el inicio me gustó el concepto del álbum que querían crear. Juanra (Bernal), el bajista, me escribió hace tiempo con el pitch. Le dije que sí, pero quedó pausado por un rato. Luego me escribió que se estaba concretando todo y organizamos un par de prácticas antes de la fecha de grabación. Al escuchar la canción por primera vez, vi cómo estaba ya creado el concepto, pero dejaban espacio para que cada cantante la interpretara con su estilo particular. Fue una relación fluida con estos chicos, se sintió como una convivencia amena y no tanto como una tarea. Al final terminamos creando muchas cosas inesperadas en la grabación, y había una visión fuerte del potencial que la canción tenía. Cuando me la enviaron quedé impresionado con la producción y calidad del sonido, y del arreglo de la canción en general. Me siento honrado de que me tomaran en cuenta para un proyecto como este, siendo uno de colaboración de grandes artistas, donde cada uno aporta su grano de arena al proyecto. – Robert Spratt
Texturas sonoras. Phasers, flangers, las voces en inglés piden sunshine o lo niegan. No importa, la atmósfera invita a bailar con los ojos cerrados. Una producción amplia, grandilocuente pero ceñida a un contundente funk ochentero, o traspasado al presente siglo. Un lenguaje sabroso y bailable que el gran público debería recibir como un enema obligado. -FP.
Desaparecer, ft. Edwin Hosoomel, solista y vocalista de Pureza Natural.

¿Suave invitación a la inmolación? Cadencia de amable sopor para mitigar el desamor. Si me acusan de escuchar lo que quiero oír, me declaro culpable. La melodía recurrente es fácil pero seductora. Si con esto piensas que la vas a desensibilizar, te deseo suerte. Hoy día el acero es más fuerte que un beso. Termina dejándome con preguntas sin respuesta. ¿Debo desaparecer? – FP.
El proceso de grabación con Edwin Hosoomel fue como su disco a larga distancia con Pureza Natural; le mandé una guía en guitarra y luego él me mandó lo que compuso en voz y melodía; con eso entré al estudio con la banda a grabar todo lo instrumental para mandárselo, y que él grabara la voz desde Alemania. Este tema fue el inicio del proyecto, gracias a eso empezamos en el concepto de Terminal, dado que, si fue posible grabarlo a él en Alemania, entonces nosotros podíamos lograr lo mismo con los vocalistas que viven en Panamá. – Alexandr Ievleva, guitarrista de SC.
La idea fue de Alex, quien manifestó que le gustaba Pureza Natural y también mi proyecto solista. La primera vez que me presenté en Panamá con este último, les pedí a Sana Capital que tocaran. La producción ya estaba y Alex sugirió la colaboración. Cuando escuché la canción “Desaparecer”, manifesté que esa era la que me interesaba.
La canción hace alusión a escapar, a irse cuando estamos hastiados de lo mismo, nos devora la costumbre. En parte me sonó a mi propia historia, me tocó irme y a Alex también. Trabajé la canción y cuando escuché que la idea era para un álbum, fue brutal que me tomaran en cuenta, un honor que no doy por sentado. – Edwin Hosoomel
La Llamada, ft. Carlos Méndez.

El actor anterior, antes arrepentido, ahora se convierte en un super hombre a quien no le importa el rechazo ni el repudio. El marco musical conserva la suavidad sentimental sugerente y los arreglos distorsionados repentinos para declarar una independencia arrogante sin disculpas. Intermezzo percutor seguido de ruido blanco rítmico. El actor se define individualista y egocéntrico. Se cansó de ser empático y evoluciona a su propia valorización. – FP.
Los muchachos de Sana Capital me hablaron del disco y me plantearon la idea de colaborar en un tema, lo cual me pareció interesante, aparte alguna vez los vi en vivo y disfruté tanto la banda como conocer a sus integrantes. Alexandr me mostró la canción La Llamada. En el estudio junto a Pablo Governatori y la banda, grabé las voces. Y un par de overdubs (sic) para los coros. Fue un gusto colaborar con muchos colegas; es un buen disco. – Carlos Méndez
Desconéctate, ft. Lilo Sánchez
Flotante, difuminado en lontananza y luego… reacciona con fuerza hechicera en ciclo rotundo. Asoma un monstruo aplastando espejismos. No seré el último. Me cambio de lugar empujando a todos en la fila. Me voy de frente contra todos. Me desperté contra todos. – FP.
Si te pierdes, ft. Young Luigui

Sabroso riff inicial involucrando a todos los instrumentistas. Más fuerza y contundencia. Acá el autor ofrece un ramo de olivo, tiende un puente de comunicación. Está disponible. Aún permanece algo en su corazón. Pero el marco musical es más determinante. Un grado de asertividad. Te raspa, pero no va a matarte. Y si te pierdes te iré a buscar. Un poco de más fuerza de rock clásico con pensamientos progresivos. -FP.
Vino al Mar, ft. Deneb Cerrud de Les Indigents
La disfruté desde el comienzo, el riff de la guitarra con ese arpegio y su sonido overdrive, ni tan limpio ni tan sucio. El toque perfecto para dar esos tonos armónicos para la guitarra. La voz de Deneb (Cerrud) como siempre, su tono inconfundible con sus vibratos al final de cada frase. Siempre hace que la música suene excelente, el tono de voz es peculiar y cautivador. Es una buena canción, empieza suave, te lleva en un contexto espacial por los sintetizadores, en el rango adecuado para crear esa melodía y arreglo que hace que la canción tenga un excelente cuerpo. Te transporta.
– JD Saldaña / sonidista y músico.
Le Jazzista, ft. Aarón Flores de Los Guayas.
Se descubre un riff electrónico para interrogarme o seducirme motivaciones y el diálogo mental justificándome repeticiones existenciales y memorias que me abandonan. ¿Dónde quedaron las promesas? Si nunca hubo promesas. Promesas que nunca nos dijimos. Intermezzo aural accidental de urbe lejana. No me siento, me acuesto con las memorias y las cancelo para reinventarme. Para justificarme. Llegó un Rhoads a ofrecerme siestas. La percusión se incorpora para hacerme bailar hacia ondulaciones de una melodía amable y resignada. Melodía repetida te pide que dejes descansar la mente y te entregas a la contemplación.- FP.
“Uno de los mejores discos que he escuchado, no solo a nivel local, sino internacional en los últimos tiempos”
René Díaz
“Cada composición es meticulosamente elaborada y mezclada de la manera correcta, dando a todo el álbum un cierto nivel de distinción. Este álbum hablará a una amplia gama de público. Gran trabajo de todos los músicos y definitivamente 'Terminal" es uno de los mejores discos producidos en Panamá”
George Barroso
“En este disco se destaca la madurez musical de Sana Capital. Sus arreglos son interesantes y bien hechos, y la producción está siempre al servicio de la música. El sonido del disco también es de destacar, en especial por la musicalidad que muestran como banda. Se trata de una unidad cohesiva en todo momento. Destaca el tema Vino al Mar con voz de Deneb Cerrud por su sencillez, estructura efectiva y arreglo. Mucho ha cambiado para bien en la escena musical nacional, y Terminal es una excelente prueba de que hay un número creciente de excelentes producciones y bandas.”
Rodrigo Sánchez
“Mis favoritas fueron Vino al Mar y Desconéctate. Un disco que muestra una evolución musical, con respecto al anterior trabajo presentado. La mezcla y master del disco tienen la escena de los productores y mezclado con la banda, le da un carácter distintivo y comercial. Creo que lo más interesante es que casi todo el disco es colaborativo con voces importantes del rock panameño en la última década. Felicito a la banda por este logro.”
Carlos Shedden
“Me pareció muy interesante, original y experimental la propuesta de Sana Capital, buena interpretación, arreglos bastante complejos. Buena música para escuchar y letras para pensar. Aunque se puede cuestionar si este trabajo tendrá vena comercial para programación radial en Panamá, sí la tiene para ciertos programas especializados... Creo que pueden contar con un nicho de fans que los siga a sus presentaciones en la escena local e internacional. ¡Excelente trabajo!”
Leo Goldfarb
“Una montaña rusa. Cada canción tiene muchos derivados de géneros que van con el acompañamiento de cada vocalista. Un álbum distinto y chévere. Los sintetizadores atinaron a cada canción. Exacto para cada una. La selección de las canciones fue un experimento donde algunos salieron de su zona de confort y otros estaban como pez en el agua.
Johan GálvezYouthwood Studio
Aunque en un par de las canciones la ejecución se sintió un poco forzada, el resultado fue adecuado. Como anillo al dedo para cada uno. Los arreglos, armonías, el ensamble entre todos los instrumentos, hay canciones que se puede decir que no había que arreglarles nada. Quedaron perfectas. En synth se la jugaron y ganaron. La transición entre cada canción es natural. Es un disco para ser lanzado fuera de Panamá y es material de venta, tanto para presentación en vivo como para formato físico.”
La reseña de Adulterio
Las canciones de Terminal presentan calidad impecable de grabación, mezcla y mastering. Los instrumentos suenan en su lugar dentro del espectro audible. Es un álbum que se escucha completo, con diversos estilos y dinámico: puede sonar suave o «en tu cara».
En términos de arreglos y composición, es brillante. Se presentan estribillos memorables, tintes de progresivo, teclados con texturas interesantes y muy buen groove. Hay un sonido familiar y a la vez, refrescante.
Es admirable el trabajo de logística que se tuvo que realizar para reunir a cada uno de los intérpretes. Si bien, cada artista tiene horarios y compromisos distintos, aquí hubo suma de fuerzas con sincronía y estilo propio.
Un álbum ejemplar. La unión de grandes mentes hizo posible una obra de magnitudes colosales, dejando en claro que la colaboración correcta da resultados sobresalientes.